El bordado es una técnica que emplea trozos de tejidos o prendas para agregar textura y color mediante puntadas. Además de realzar el diseño, puede utilizarse para añadir colorido o textura.

La gota de resina se realiza aplicando una gota de resina poliuretánica de alta calidad sobre un gráfico impreso, ofreciendo un efecto tridimensional con brillo y protección contra la decoloración. Este proceso se lleva a cabo mediante una máquina dosificadora que aplica la resina sobre una base de papel cartón, la cual se adhiere a la superficie deseada, como metal, aluminio o plástico.

El grabado láser Co2 implica marcar directamente el material utilizando un rayo láser para concentrar el calor. Este método es aplicable a una variedad de materiales, como metal, aluminio, textil, vidrio, plástico y madera, y existen diferentes tipos de láser para diferentes aplicaciones. Por otro lado, el grabado con punta diamante es un proceso automatizado donde una punta de diamante marca la superficie del metal según el diseño proporcionado por una computadora. Esta técnica se emplea principalmente en metales y aluminio.

El hot stamping es un proceso de grabado en seco que implica la aplicación de calor y presión de un cliché sobre un sustrato flexible para crear un relieve. A diferencia del grabado en seco, el hot stamping utiliza una película metálica debajo del cliché, lo que resulta en un acabado metálico en el producto final. Este método se utiliza comúnmente en aplicaciones como piel, curpiel y poliuretano.

La impresión látex combina tintas a base de agua con tecnología de inyección térmica para lograr impresiones de larga duración, alta calidad y sin olor. Esta técnica es respetuosa con el medio ambiente y tiene una amplia gama de aplicaciones.

El laminado puede ser térmico o frío, y consiste en fusionar láminas de polipropileno mediante calor o adhesivo especial para obtener acabados brillantes, mate o texturizados.

El sandblast consiste en la proyección de arena de esmeril sobre un material previamente cubierto con vinilo o película para bloquear áreas no deseadas. Este proceso se utiliza en cerámica y vidrio para dar color o un acabado natural.

La serigrafía es un método de impresión que trasfiere tinta a través de una malla tensada en un marco. Se bloquea el paso de la tinta en áreas donde no habrá imagen mediante emulsión o barniz, dejando libre la zona donde pasará la tinta. Esta técnica se emplea en plástico, metal, vidrio, textil, madera y papel.

La tampografía utiliza una placa de fotopolímero para revelar el logotipo en relieve. Mediante un tampón de silicona, se transfiere la tinta depositada en la placa al objeto, lo que permite realizar impresiones en objetos de forma irregular o en espacios pequeños.

El transfer es un papel adhesivo que se imprime con tinta de inyección o láser y se plancha sobre el material. Existen dos tipos: claro y oscuro, y se aplica principalmente en textiles.

El vinilo se presenta en diferentes acabados, como flock (aterciopelado), autoadherible, magnético y glitter (diamantado). Estos tipos de vinilo se utilizan para diversas aplicaciones de decoración y rotulación.

Finalmente, la decoración mediante calcomanía vitrificable implica imprimir el diseño en serigrafía sobre un plano, aplicarlo a la pieza y adherirlo en hornos industriales a alta temperatura para vitrificar las tintas especiales. Este proceso se emplea en porcelana, cerámica y vidrio.

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